El
azar y viceversa
Felipe
Benítez Reyes. Destino, 2016.
A
veces se les tiene a los poetas metidos a novelistas cierta prevención en la
mayor parte de los casos injustificada. Como si se tratara de un cambio de
postura en el que sabemos que nos vamos a sentir incómodos. Y como ya he dicho:
totalmente injustificada, porque El azar
y viceversa es una de las mejores novelas que he leído en los últimos
tiempos, un verdadero encontronazo feliz con una prosa brillante, suelta y,
sobre todo, muy inteligente en todos los aspectos (estilo, estructura, hilo
narrativo…). El protagonista, Antonio, desde sus primeros pasos ya se nos
muestra como un moderno pícaro, servidor de muchos amos, y para no perder su
adscripción al género, un personaje que reflexiona sobre todo lo que le ocurre,
y aunque conoce lo que está bien, suele elegir el camino más difícil de lo que
está mal. Una novela excepcional. J.L.R.
Galíndez
Manuel
Vázquez Montalbán. Debolsillo, 2004.
Más
tiempo del que debería ha pasado esta novela en la estantería siempre
expectante a ver si un día me daba por cogerla y leerla. Hasta que hace unos
días me decidí a ello, y desde la primera página hasta la última no he dejado
de alegrarme de esta decisión. Conocía al Vázquez Montalbán, al margen de su
Carvalho, a través de una novela que me impresionó en su momento y de la que
guardo un excelente recuerdo, Los alegres
muchachos de Atzavara, y esta de Galíndez
me ha terminado por confirmar que Vázquez Montalbán es mucho más y mejor
escritor que aquel reconocido por sus novelas negras. La reconstrucción de la
muerte de Jesús Galíndez, personaje real que vivió en la República Dominicana
del general Trujillo y que fue secuestrado por un comando en su piso de la
Quinta Avenida de Nueva York, torturado y asesinado por los esbirros de
Trujillo, es sencillamente impecable y narrativamente de una gran intensidad.
Muy buena. J.L.R.