Julio Cortázar

"Un libro empieza y termina mucho antes y mucho después de su primera y de su última página" (Julio Cortázar)
"Mientras se puede dar no se puede morir" (Marceline Desbordes-Valmore)

lunes, 16 de julio de 2018

LECTURAS PARA VERANO I


El orden del día

Éric Vuillard. TusQuets, 2018.


Reconozco que al comprar este libro me pareció bastante caro para lo que aparentaba: un relato que apenas alcanza unas 140 páginas en letra de tamaño generoso, y así lo iba a consignar en esta reseña. Pero al cerrarlo, después de su lectura, vuelvo a un principio básico de todo arte: si este es bueno, el precio bien lo merece. Y ‘El orden del día’, que obtuvo el prestigioso premio Goncourt del pasado año, es una novela realmente estremecedora, excelente en la relación de los acontecimientos que Vuillard va desarrollando y que se centran estos fundamentalmente en los prolegómenos y consecuencias de la invasión de Austria por el ejército nazi, el 12 de marzo de 1938. La novela comienza y termina con una escena: la reunión de los principales empresarios alemanes ante el Fürher el 20 de febrero de 1933 para sufragar el proyecto del Tercer Reich. Un magnífico relato realizado con un estilo muy personal que no puede dejar al lector impasible. Imprescindible. J.L.R.

La lluvia en el desierto. Poesía completa (1995-2016)

Eduardo García. Vandalia, 2017.

Eduardo García murió el pasado año cuando aún no había cumplido los cincuenta y un años de edad, a consecuencia de un cáncer de páncreas. Sus amigos Andrés Neuman y Vicente Luis Mora decidieron rendirle homenaje con esta edición de sus poesías completas, a las que ponen prólogo y epílogo, respectivamente. Nos consta que la poesía no es precisamente el género más popular entre los lectores, que lo consideran difícil y por ello poco accesible, pero les aseguro que los poemas de Eduardo García llegan a ese punto G del corazón que solo logran tocar los grandes poetas. Los desdoblamientos de los seres humanos reflejados en el espejo, la adorada infancia con la presencia permanente de la madre, la felicidad y el infortunio, la ciudad que engulle a sus criaturas, la vida y la muerte … Poemas con alma, con esa sensibilidad especial que solo saben transmitir algunos poetas, entre ellos Eduardo García. P.d. El epílogo, totalmente prescindible. J.L.R.

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