“Father. Acabo de leer un libro de
poesía, en el que se incluyen poemas para rap. Conque ya te puedes ir olvidando
de tus Garcilasos, tus Góngoras, tus San Juan de la Cruz, y hasta de tus
Machados y Salinas, te pones un poquito más moderno, que falta te hace (pulla
gratuita), y empiezas a explicar en tus clases y a tu alumnado las nuevas
direcciones, los caminos de la actual poesía”. “Hija mía, cuando te pones a
leer, parece ser que no puedes resistirte a la crítica. Seguramente el libro
que has leído se titula ‘Nosotros los de entonces’ de José Manuel Benítez
Ariza. Como ves, estoy al tanto de esas moderneces que dices. Te agradezco el
interés, pero permíteme que te recuerde quién en este asunto es el
profesional”. Mi hijo, como ausente, pero atento: “Ahí ta dao, niña”. “Bueno,
si quieres seguir aburriendo a las ovejas es tu problema o, mejor dicho,
problema de tus alumnos ¡pobrecillos!” (ironía gratuita). “2 a 1”, mi hijo en
modo marcador simultáneo. “Pues ya que tanto te interesan mis alumnos, te voy a
dar una lección. Partiendo de la base de que hasta vuestras redacciones
escolares (¡¡pocas redacciones se hacen en estos tiempos!!) con motivo del Día
del Padre o de la Madre me parecían verdaderas obras de arte, porque las
hacíais con el corazón, para mí cualquier texto escrito con sentimiento y que
despierte en el lector cierta emoción, es digno de llamarse literario, aunque
la verdadera calidad debe ir acompañada de la técnica, de esos mecanismos
necesarios para que todo escritor se exprese de forma adecuada. Y eso es
trabajo, esfuerzo, conocimiento… lo que Lorca definía de la siguiente manera:
“No sé si soy poeta por la gracia de Dios o del diablo, pero mi trabajo me
cuesta todos los días”, o la famosa frase de Picasso al decir que cuando le
vinieran los musas a visitar, esperaba que lo cogiesen trabajando. El rap, como
cualquiera otra manifestación artística tendrá esos mecanismos técnicos y
merece respeto y reconocimiento, aunque confieso que soy más de boleros”.
“Antiguo no, de parque jurásico, father”. “Razón lleva la niña, Pa. 3 a 2”. “La
paga peligra”. “Pues dejémoslo en empate”. José López Romero.
Genial!!!!!! Yo que tú paga doble, pa que guardar!!!!!!
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